A PANAMÁ POR
MONTE
Ya hemos llegado
a Cartagena, pero el tiempo corre cada vez más. Hasta los robos futbolísticos
desde aquí producen más gracia. ¡aúpa la sele!.Qué pena sólo nos roban a
nosotros, Habrán venido de vuelta los judeomasónicos al deporte. Porque en la
economía, quiénes nos roban?????
Nosotros en Sapzurro,
en el camping del chileno, 15 lucas, la cama o 10 la hamaca. Por la diferencia
preferimos cama con mosquitera. Debajo de un chamizo cubierta de tejado de
ramas de platano. Mangos gratis, tememos que nos caigan en la cabeza, idem
aguacates, todos super deliciosos.
Instalados,
comemos en el camping, pargo (txiki pargo más bien), con jugo y tinto 16 lucas.
Descansamos y a punto de darnos cremita en el trasero, el dolor persiste ya que
200´de banco de madera en la patera nos hace pensar en la vuelta. Siestica en
las hamacas y luego nos vamos a conocer el pueblo.
El pueblo, de 300
hab., sin luz casi todo el día. Tiene escuela unitaria y los mayores de Panamá
también acuden a ella. La iglesia, abierta todo el día, tiene a Marixili en la
entrada, sencilla con campanario manual, tiene un crucero vestido con túnica
presidiendo toda la bahía.
Aprovechamos para
bañarnos en la bahía, zonas un poco sucias por el temporal pasado arrastra
ramas, frutos, etc.
Seguimos
conociendo la aldea, y al anochecer encontramos una casa que venden cervis, así
que al ataque. Daniel ha desaparecido, la luz viene pero en 5´se va y no
tendremos hasta el día siguiente. De noche cerrada, Juan se empieza a preocupar
(mala hierba nunca muere) pero para tranquilizarlo cogemos dos linternas y a
buscarlo. Al fondo del pueblo se acerca un frontal él era. Había organizado una
cena para el día siguiente, en una casa de una peruana, nos iba a preparar
ceviche………..También estuvo en casa de un ingeniero español jubilado (67 años,
casado con una colombiana muy guapa que no llegaba a los 30), nos invitaba a
cenar en su casa a los dos días. Su casa estaba diseñada por él, y el pobre, no
se privaba de nada, hasta tenía vino español, Protos. Al ser costero tenía
derecho a ir a Colón, ciudad franca a comprar libre de impuestos……………
Cenamos en el
mejor hotel del pueblo. Los marquinenses pargo, tamaño Urtain y nosotros camarones
en la misma proporción. ¡jartos de camarones!, no queda ninguno, muy buenos…
Al no llegar
nadie al camping, sin luz, noche cerrada, el chileno viene a buscarnos y nos
encuentra cuando íbamos para el camping.
En el chamizo
estamos nosotros 4, un jubilado de 73 años argentino y un chileno
cocinero-pintor. Con ellos y los del camping nos pegamos toda la estancia
hablando de viajes, economía, políticas, etc.
El pueblo es muy
tranquilo, en el puerto hay dos marinos cortándose el pelo con una maquinilla,
con un equipo electrógeno lo sacan al malecón y tan felices a la faena
Lo que no
contábamos con la tormenta que íbamos a tener esa noche, debajo del chamizo.
Estuvo toda la noche a tormenta limpia. De peli de terror, sin luz, en la cama,
de repente unos truenos y relámpagos que iluminaban todo el chamizo, dentro de
la mosquitera parecía que iba a aparecer algún indio o fiera con cara de no
muchos amigos, a punto de tomarnos para algún ritual sangriento……..Ahí
estábamos en literas y Zarra justo en una esquina, separado de los demás. ¡Vaya
canguelo!. Toda la noche sin dormir, oyendo todo tipo de ruidos, la mayoría
desconocidos aderezados con unos relámpagos de alta montaña.
Madrugamos,
desayunamos mangos que han caído durante la noche y nos bañamos en la playa,
tras el desayuno nos vamos a la Playa de la Miel. Para ir a esa playa tenemos
que subir una colina, muy empinada, lodazal de la noche anterior. Es como
Ibardin, subes y ahí están atrincherados los militares colombianos y en frente,
los polis panameños (Panamá no tiene ejército) en otra garita hecha con sacos
terreros.
Nos piden los Passport
para entrar a Panamá, tan solo iremos a bañarnos. Nos inscribien en un cuaderno
y hablamos de la situación . El poli, es kuna, es más toda la zona fronteriza
es territorio Kuna. Los kunas son comunidades indígenas que tienen plena autonomía
para regirse con sus costumbres y el cacique, se encarga de solucionar los
problemas entre ellos.
La bajada a la
playa, es más fácil, ya que son todo escaleras (248 contó Juan). Vemos que el
acceso es mejor en Panamá pero el nivel de esa aldea es mucho peor-
Nos bañamos en la
playa, también coincidimos con otros turistas panameños que han llegado en
embarcación de otras islas. Tras un refri nos volvemos a Colombia.
Ducha y a
comer-cenar a las 4.00 pm, en una casa familiar con un jardín inmenso, lleno de
todo tipo de plantas. Separado de la casa tienen un mirador-cobertizo-comedor.
Allí nos instalan y para cuando nos traen la comida, nos habíamos dormido en
las hamacas. Un plato de sopa vegetal, jugo, ceviche de atún y postre de leche
de limón. El tinto vendría más tarde. El dueño, profesor de universidad nos
habla de cómo intentan preservar ese “paraíso”, un vergel para los que huyen de
la ciudad……..
Al final le vamos
a dar al jubispanish calabazas, adelántamos un día la salida, corremos el
peligrode no querer salir de ahí. Dani se va directo a Turbo, los demás
preferimos irnos a la bahía de al lado a conocer otra población.
Madrugamos, baño
y nos preparamos para la marcha. Dani ha salido antes para coger la
patero-cayuco a turbo. Los demás con Justino nos acerca en su cayuco a
Capurgana. Paseo de 30´ suaves, con el culo recocido todavía. Al llegar cogemos
los billetes para el próximo día a Turbo. La patera, cuando se llena no deja
otra que esperar al día siguiente y nosotros tenemos que movernos.
Nos vamos al
hostal Marlin, casa de madera, seguimos estando sin luz……..30 lucas, fan y baño
individual. Un lujo para de donde veníamos. El chileno viene con nosotros, come
y bebe con nosotros y nos cuenta su vida de medio año de cocineroy el otro
medio viajando y pintando. ¡Vamos otro culo inquieto!
Pasa el día
viendo las playas, baños y a la noche cenica suave, la comida fuerte había sido
al mediodía. Justino ya no nos conoce (no service). Capurgana tiene aeropuerto,
pero pocos habitantes, en la pista están los caballos pastando a sus anchas.
La luz, viene y
se va de forma interrumpida. Por los altavoces se oyen recomendaciones de cómo
ahorrar…………
A la hora de
dormir, seguimos sin luz y el calor es insoportable. En el hotel encienden a
ratos el equipo electrógeno para que los ventiladores nos alivien esa calor.
Al día siguiente
cayucazo a Turbo, pero esto mañana que nos cansamos y queremos salir a dar una
vuelta por Cartagena. Agur