lunes, 30 de julio de 2012

A Panamá por la selva


A PANAMÁ POR MONTE
Ya hemos llegado a Cartagena, pero el tiempo corre cada vez más. Hasta los robos futbolísticos desde aquí producen más gracia. ¡aúpa la sele!.Qué pena sólo nos roban a nosotros, Habrán venido de vuelta los judeomasónicos al deporte. Porque en la economía, quiénes nos roban?????
Nosotros en Sapzurro, en el camping del chileno, 15 lucas, la cama o 10 la hamaca. Por la diferencia preferimos cama con mosquitera. Debajo de un chamizo cubierta de tejado de ramas de platano. Mangos gratis, tememos que nos caigan en la cabeza, idem aguacates, todos super deliciosos.
Instalados, comemos en el camping, pargo (txiki pargo más bien), con jugo y tinto 16 lucas. Descansamos y a punto de darnos cremita en el trasero, el dolor persiste ya que 200´de banco de madera en la patera nos hace pensar en la vuelta. Siestica en las hamacas y luego nos vamos a conocer el pueblo.
El pueblo, de 300 hab., sin luz casi todo el día. Tiene escuela unitaria y los mayores de Panamá también acuden a ella. La iglesia, abierta todo el día, tiene a Marixili en la entrada, sencilla con campanario manual, tiene un crucero vestido con túnica presidiendo toda la bahía.
Aprovechamos para bañarnos en la bahía, zonas un poco sucias por el temporal pasado arrastra ramas, frutos, etc.
Seguimos conociendo la aldea, y al anochecer encontramos una casa que venden cervis, así que al ataque. Daniel ha desaparecido, la luz viene pero en 5´se va y no tendremos hasta el día siguiente. De noche cerrada, Juan se empieza a preocupar (mala hierba nunca muere) pero para tranquilizarlo cogemos dos linternas y a buscarlo. Al fondo del pueblo se acerca un frontal él era. Había organizado una cena para el día siguiente, en una casa de una peruana, nos iba a preparar ceviche………..También estuvo en casa de un ingeniero español jubilado (67 años, casado con una colombiana muy guapa que no llegaba a los 30), nos invitaba a cenar en su casa a los dos días. Su casa estaba diseñada por él, y el pobre, no se privaba de nada, hasta tenía vino español, Protos. Al ser costero tenía derecho a ir a Colón, ciudad franca a comprar libre de impuestos……………
Cenamos en el mejor hotel del pueblo. Los marquinenses pargo, tamaño Urtain y nosotros camarones en la misma proporción. ¡jartos de camarones!, no queda ninguno, muy buenos…
Al no llegar nadie al camping, sin luz, noche cerrada, el chileno viene a buscarnos y nos encuentra cuando íbamos para el camping.
En el chamizo estamos nosotros 4, un jubilado de 73 años argentino y un chileno cocinero-pintor. Con ellos y los del camping nos pegamos toda la estancia hablando de viajes, economía, políticas, etc.
El pueblo es muy tranquilo, en el puerto hay dos marinos cortándose el pelo con una maquinilla, con un equipo electrógeno lo sacan al malecón y tan felices a la faena
Lo que no contábamos con la tormenta que íbamos a tener esa noche, debajo del chamizo. Estuvo toda la noche a tormenta limpia. De peli de terror, sin luz, en la cama, de repente unos truenos y relámpagos que iluminaban todo el chamizo, dentro de la mosquitera parecía que iba a aparecer algún indio o fiera con cara de no muchos amigos, a punto de tomarnos para algún ritual sangriento……..Ahí estábamos en literas y Zarra justo en una esquina, separado de los demás. ¡Vaya canguelo!. Toda la noche sin dormir, oyendo todo tipo de ruidos, la mayoría desconocidos aderezados con unos relámpagos de alta montaña.
Madrugamos, desayunamos mangos que han caído durante la noche y nos bañamos en la playa, tras el desayuno nos vamos a la Playa de la Miel. Para ir a esa playa tenemos que subir una colina, muy empinada, lodazal de la noche anterior. Es como Ibardin, subes y ahí están atrincherados los militares colombianos y en frente, los polis panameños (Panamá no tiene ejército) en otra garita hecha con sacos terreros.
Nos piden los Passport para entrar a Panamá, tan solo iremos a bañarnos. Nos inscribien en un cuaderno y hablamos de la situación . El poli, es kuna, es más toda la zona fronteriza es territorio Kuna. Los kunas son comunidades indígenas que tienen plena autonomía para regirse con sus costumbres y el cacique, se encarga de solucionar los problemas entre ellos.
La bajada a la playa, es más fácil, ya que son todo escaleras (248 contó Juan). Vemos que el acceso es mejor en Panamá pero el nivel de esa aldea es mucho peor-
Nos bañamos en la playa, también coincidimos con otros turistas panameños que han llegado en embarcación de otras islas. Tras un refri nos volvemos a Colombia.
Ducha y a comer-cenar a las 4.00 pm, en una casa familiar con un jardín inmenso, lleno de todo tipo de plantas. Separado de la casa tienen un mirador-cobertizo-comedor. Allí nos instalan y para cuando nos traen la comida, nos habíamos dormido en las hamacas. Un plato de sopa vegetal, jugo, ceviche de atún y postre de leche de limón. El tinto vendría más tarde. El dueño, profesor de universidad nos habla de cómo intentan preservar ese “paraíso”, un vergel para los que huyen de la ciudad……..
Al final le vamos a dar al jubispanish calabazas, adelántamos un día la salida, corremos el peligrode no querer salir de ahí. Dani se va directo a Turbo, los demás preferimos irnos a la bahía de al lado a conocer otra población.
Madrugamos, baño y nos preparamos para la marcha. Dani ha salido antes para coger la patero-cayuco a turbo. Los demás con Justino nos acerca en su cayuco a Capurgana. Paseo de 30´ suaves, con el culo recocido todavía. Al llegar cogemos los billetes para el próximo día a Turbo. La patera, cuando se llena no deja otra que esperar al día siguiente y nosotros tenemos que movernos.
Nos vamos al hostal Marlin, casa de madera, seguimos estando sin luz……..30 lucas, fan y baño individual. Un lujo para de donde veníamos. El chileno viene con nosotros, come y bebe con nosotros y nos cuenta su vida de medio año de cocineroy el otro medio viajando y pintando. ¡Vamos otro culo inquieto!
Pasa el día viendo las playas, baños y a la noche cenica suave, la comida fuerte había sido al mediodía. Justino ya no nos conoce (no service). Capurgana tiene aeropuerto, pero pocos habitantes, en la pista están los caballos pastando a sus anchas.
La luz, viene y se va de forma interrumpida. Por los altavoces se oyen recomendaciones de cómo ahorrar…………
A la hora de dormir, seguimos sin luz y el calor es insoportable. En el hotel encienden a ratos el equipo electrógeno para que los ventiladores nos alivien esa calor.
Al día siguiente cayucazo a Turbo, pero esto mañana que nos cansamos y queremos salir a dar una vuelta por Cartagena. Agur