En Tolú
Cuando se
emprende un viaje a una parte desconocida nunca se sabe cuándo va a llegar y cómo va a ser.
Estábamos
preocupados por el mar y los baches del cayuco-patera, al final el viaje
resultó ser más corto y suave que el anterior. Aunque queremos reseñar dos
cosas, una que tuvimos que pedir prestada la gasolina en mitad del trayecto a
otra patera y luego una parada y búsqueda de fajos sospechosos. Era la “tula”,
que son paquetes de cocaína que se tiran al mar y al tiempo vuelven a flotar. 5´estuvimos
mirando basura flotante para ver si era los descubridores de algún paquete
sospechoso. Algunos viajeros, lecheando ya se veían con 1 millón.
Después de dos
horas y con una mar a nuestro favor, el golpeteo nalgal fue de lo más
soportable. Al llegar al control de guardacostas, alegría faltaba menos de lo
que esperábamos.
Al llegar a
Turbo, es un sálvese quien pueda, gente busca a gente para llevarles en sus
buses a Bogotá, Medellín, Montería, etc. Los lugareños al asalto del turista
con necesidades.
Nosotros, tras
desasirnos de tanto “buscavidas”, nos
vamos al hotel Carnaval a recoger los bolsos grandes, nos los habían guardado
durante los días de excursión. Nos invitan a Tinto y agua fresca. De allí vamos
a desayunar, pericos, tinto y jugo por 2€.
Vamos a ir a Tolú
con González-Hernández, unas estellesas que hacen el trayecto hasta Montería.
De 4h. fueron 6h. Tomamos un bus de esa compañía para que nos lleve a la
terminal. Ahí nos montan en otro hasta Neclocli, el picapica quiere hacernos
pagar hasta Montería, pero le decimos que con billete y en la oficina de
Neclocli. Más un control policial que a nosotros es ver el pasaporte y dejarnos en paz, los paisanos llamada por si hay búsqueda y captura.
Al llegar a
Neclocli, bronca, no hay bus a Montería, después de 2h. en plan villavesa por
caminos de tierra, baches, polvo, etc. Nos negamos a pagar y nos vamos con otra compañía que iba a Montería
pero en ese momento se paraban a comer. Nos amenazan con llamar a la policía y
al final sólo pagamos 7 lucas por el trayecto. El resto hasta 33.000 ps,
pagamos gustasamente al nuevo picapica.
Para llegar a
Montería, pasamos por zonas ganaderas muy ricas, paisaje muy interesante y con
dos controles más. Éstos deben ser muy habituales ya que el conductor, mientras
controlaban los NANs, se monta en la moto de los polis y usando el espejo se
empieza a sacarse los pelos de la nariz.
La tarde avanza y
al final llegamos a Montería anocheciendo, no hay bus a Tolú, pero si un
cercanías que nos llevara a Coralito. Bronca entre los distintos autos que
nos pueden llevar, nos dejamos querer y con el primero que nos engaña allá
vamos a Coralito. A 40km. Tolú, nuestro destino de all,í en taxi. El bus, peor
que una villavesa NA-9032, nos da una vuelta por todo el valle, cogiendo y bajando
gente. De noche sin luz interior nos lleva al destino. Se encendía una LED azul cada vez que tocaba el freno iluminando todo el interior del bus.
Al llegar a la
terminal, parece que los “taxis espontáneos”empiezan a discutir por el precio
que yo 50 lucas, yo 45, yo 40 pero decir que son 45. Sin ver el coche con ése, el más barato.
Era un Renault
12, con rotos y petachos de aluminio por toda la carrocería,parecía el vaquero de un hippy de los años 60, la dirección con
efectos retardados, luces de calesa, y un limpia parabrisa( ni en la India
cuando íbamos con un ambassador que limpiaba la luna de adelante echando con una botella de agua en marcha botella y luego con la mano pasaba el limpiaparabrisas.
El camino a juego
con el coche, “jefe nos toca torear” nos dice por todos los baches que
sorteamos por todos los lados.
40 km, 80´de
viaje en “taxi”, el conductor se niega llevarnos a nuestro hotel, le decimos
que si quiere cobrar……Al final accede. Llegamos al hostel Villa Vavilla, está lleno pero en este hostel tienen la deferencia de buscarnos en otro sitio, que para nosotros va a ser
ideal. Dani, no estaba en ese hostel. Se había ido por el trato tan borde que habían tenido con él.
Bronca con el
taxista quiere más pasta, le vamos a dar propina por llevarnos hasta el hotel
pero nos pregunta de malas maneras que a ver cuánto. Mosqueo y por listo agur............ y
sin propi.
En el hospedaje La Red, nos encontramos con Dani, que curiosam,ente había tenido bronca con los
del Vavilla. La casa de huéspedes está regentada por un técnico del antiguo equipo ciclista Postobon, !que tiempos aquellos que el narco limpia la conciencia a cambio de subvencionar a los equipos de escarabajos (kakalardoak).
Muertos de
cansancio y de tanto ajetreo nos damos prisa y encontramos un restaurant que
nos dan comida rápida para cenar, todo el viaje con nuestros pericos y al final cena rápida ya que lo demás era tarde…………..
Agur y buenas
noches.