Nos vamos al
Caribe (estuvimos).
Después de los
días de tranquilidad en santa Fe, nos enteramos que ese día había habido dos
muertos por “deudas”, motocarristas y como tales pasaron todos los
motocarreros compañeros por la plaza
Mayor acompañando el sepelio. La gente con respeto, parece que asumen este tipo
de ejecuciones.
A la hora tomamos
la estellesa camino a Turbo, empezamos a subir a 2.000m, previamente stop para
desayunar. Nosotros teniendo un viaje de 8 horas, ya habíamos desayunada unos
pericos, zumo y tinto. Seguimos subiendo y bajando por esta Colombia profunda.
Zonas muy deprimidas y niños con dudosas mínimas medidas de higiene nos
aparecen por el camino. A la entrada de los pueblos apenas hay coches sino que
grandes caballerizas llenas esperando a que el Juan Valdez vaya a recogerlo
para subir a la chozita.
La carretera está
llena de baches, precipicios, derrumbes por doquier y estrechamientos con su
precipicio correspondientes lo que hacen que no nos aburramos. Volvemos a bajar
para subir luego nuevamente, ya de allí un descenso continuo hasta el Caribe.
Turbo es una
ciudad sucio, cemento tipo pueblo de repoblación. Llena de polvo y suciedad nos
hace pasar la tarde en un parque-barco. Más vale que la gente estaba tranquila
viendo el fútbol y nos les acompañamos con unas cervis. El hotel Carnaval es el
elegido, muy bueno, todo atención, tinto gratis, agua también. Habitaciones
grandes con fan y baño. Es un hotel por horas, es decir, del “amor”, con rollo
vas a revolcarte la tarde y así pasas el calor infernal. Si hay ganas con tanto
albardamiento sudorífico.
En este pueblo
cogeremos la “patera o cayuco” a Sapzurro, tenemos que coger el billete el día
anterior porque sólo sale una al día y si no tienes ese día plaza……. te mueres
de asco otro día. No es nuestro caso, si vas el mismo día tienes que estar a
las 6.00 am por si quedan plazas.
Cenamos en un
megapollo por 4€ los dos, muy buen churrasqueau con papas y zumo. Vamos a
internet a ver si mejora la coyuntura cañí, pero con estos falsos que nos han
echado encima si no nos llevan a la ruina seguro que enriquecen a los de
siempre.
Cuando creíamos
que Juan se perdía el tramo aparece a la noche en el hotel. No sabemos que hay
en Medellín para que haya estado tanto tiempo. Igual prefiere otras
sensaciones…………..
Día del Cayuco
paterense, bien asesorados por los del hotel, nos dejan gratis el guardar las
bolsas grandes y llevar algo más pequeño para pasar 4 días a la frontera con
Panamá. El barco no admite más de 10 kg pax. Así que aligeramos todo
lo posible, una mochilica para los dos y justo con lo necesario.
El acceso al
barco es de tribunal de oposiciones, van
llamando uno a uno, la poli llama por teléfono dando los datos por si nos
tienen que detener……..Nos pesan las mochilas, más de 10 kg. a pagar y te
sientan en donde puedas.
Son unas pateras
rápidas con dos motores que nos van a dejar todo el culo negro lleno de
cardenales. Como las anchoas del Revilla nos asientan, los lugareños, ¡so
zorros!, se colocan atrás y a nosotros los peores asientos. Los chalecos tipo
Curro Jiménez nos inundará del todo caso
que vayamos a la ciénaga del principio. El peor para el que suscribe, voy de
mascarón de gilipollas, en primera fila y en medio. Nos cubre una lona a prueba
de barraca de ferias de tirapichón gitano, las barras torcidas nos pega en la
cabeza y su peso nos achanta las cervicales. Así que, yo y el perurena de
Markina (estamos con dos euskalsioux), a puro huevo de los bíceps, más de tres
horas aguantando la lona como si estuviéramos bailando los pajaritos.
Para colmo,
empezamos a botar desde el principio, llegamos a la zona de guardacostas y nuevo
control. Nos miran como si fueramos una manada de cerdos apretados a punto
de….. 30´ más tarde se rompe el motor y tenemos que volver a Turbo. Después de
una hora más tarde vuelve a empezar el bote-que-te-rebote, cuando llegamos a
Capúrgana ni sentimos los brazos. Viaje muy largo y duro pero que tenemos que
aguantar para poder pasar por monte a
Panamá.
Al llegar nos
bajamos, nuevo control policial para salir. Como vamos a Sapzurro, de nuevo
control policial, y Justino está preparado para llevarnos en una patera chica
hasta Sapzurro. 30´sin toldo parece que no llevamos ni cabeza ni brazos.
Al llegar a esta
bahía de 300 hab., no hay nadie esperándonos. Es lunes y casi todo está
cerrado. Tenemos de referencia el camping del chileno y allí nos quedaremos durante
dos noches ya que la otra la haremos en Capúrgana.
Agur y si no ha
habido noticias es debido a que hemos estado sin luz casi todo el tiempo que
hemos estado en América central.
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